Bitcoin Block Size War - Una guerra civil sin tregua
La Bitcoin block size war ha sido uno de los debates más polémicos de la comunidad Bitcoin en los últimos años. El quid de la cuestión se reduce a la escalabilidad: cómo debe escalar Bitcoin para gestionar más transacciones y adopción. Una facción (los "Big Blockers") cree que el bloque, que incluye todos los datos de la transacción, debería aumentar de tamaño para permitir un mayor rendimiento. La otra facción -lo has adivinado, los "Small Blockers"- cree que el tamaño de los bloques debe mantenerse pequeño para dar prioridad a la descentralización y la seguridad.
Breve historia del tamaño de los bloques
En 2010, Satoshi Nakamoto añadió a Bitcoin un límite de tamaño de bloque aparentemente arbitrario de 1 MB a Bitcoin. Su anonimato añadió una capa más de misterio a esta decisión y a su intención. Muchos especulan que se trataba de un seguro adicional para garantizar que la blockchain de Bitcoin siga sin permisos y conserve una barrera de entrada baja ya que los participantes deben descargar todos los datos de los bloques para unirse a la red sin necesidad de terceros.
Los bloques de 1MB pronto se convirtieron en un gran obstáculo cuando Bitcoin saltó a la fama en pocos años. Estos bloques se confirman aproximadamente cada 10 minutos, pero sólo contienen entre 1.500 y 3.000 transacciones cada uno. Cada vez hay más transacciones haciendo cola en el mempool y pujando por el preciado espacio de los bloques a medida que las tarifas del gas aumentan. Pronto surgió otro bando.
Los "Big Blockers" argumentaban que aumentar el tamaño de los bloques, por ejemplo a 2MB o 4MB, permitiría más transacciones en cada bloque y reduciría los retrasos. No cabe duda de que un aumento del rendimiento contribuirá a allanar el camino para que Bitcoin se convierta en una moneda y una solución de pago global, algo que incluso a los Small Blockers les encantaría ver.
La facción contraria, sin embargo, argumentó que un aumento del tamaño de los bloques supone un riesgo para la descentralización porque los bloques más grandes dificultan a los mineros y nodos pequeños seguir el ritmo de la red. Temían que se produjera una concentración de poder en los grandes pools mineros si se excluía a los pequeños miembros. Algunos también pensaban que aumentar el tamaño de los bloques para resolver los problemas de escalabilidad era como intentar sofocar un incendio con montones de leña. Este peligroso precedente puede engendrar desarrolladores perezosos que vean esto como la solución milagrosa a todos los problemas en lugar de buscar un mejor uso del espacio en bloque y otras soluciones de escalado.
Un pésimo compromiso
En 2016, el acuerdo de Hong Kong parecía un compromiso suficiente para indicar que las dos facciones habían encontrado por fin un terreno común. Con la implementación de Segregated Witness (SegWit), se eliminó la información del testigo del bloque y se redujo el tamaño de los datos. Este acuerdo también incluía un aumento del tamaño de los bloques a unos 2 MB. Los Big Blockers podrían alegrarse por esta decisión, mientras que los Small Blockers deberían alegrarse de ver una utilización más eficiente del espacio de bloques.
Pero eso no podría estar más lejos de la realidad. Los partidarios de los Big Blockers consideraron que este aumento era una pésima solución temporal que muy pronto chocaría con otro muro de gran tamaño, mientras que los partidarios de los Small Blockers estaban firmemente en contra de aumentar el tamaño de los bloques de cualquier forma. No se alcanzó ningún consenso.
Los desarrolladores y evangelistas pronto empezaron a buscar otras soluciones. En agosto de 2017, los grandes bloqueadores siguieron adelante con un hard fork para crear Bitcoin Cash (BCH)que comenzó con un tamaño de bloque de 8 MB. Bitcoin mantuvo un tamaño de bloque de 1 MB, pero adoptó el soft fork SegWit para permitir más transacciones. SegWit realizó otras optimizaciones para aumentar el tamaño efectivo de los bloques a entre 1,6 y 2 MB.
Una paz temporal
La block size war se ha calmado desde el hard fork de BCH. Sin embargo, el debate en torno a la escalabilidad continúa tanto en la comunidad de BTC como en la de BCH. BCH ha aumentado el tamaño de sus bloques a 32 MB, pero sigue teniendo un exceso de capacidad. La comunidad Bitcoin sigue investigando soluciones como Lightning Network, Liquid Network, firmas schnorr y otras optimizaciones para aumentar la capacidad de transacción. También ha quedado claro recientemente que Bitcoin necesita urgentemente una solución de escalado que funcione ya que la aparición de NFT ordinales y tokens BRC-20 sometieron a estos bloques primarios a otra prueba brutal.
Tanto los Big Blockers como los Small Blockers tienen argumentos válidos para equilibrar la escalabilidad y la descentralización. Hay miembros de buena fe en ambos bandos que desean que Bitcoin triunfe. Sin embargo, sigue habiendo desacuerdo sobre el mejor camino a seguir. El debate sobre el tamaño de los bloques es representativo de los retos de gobernanza en un protocolo descentralizado como Bitcoin. En última instancia, es difícil llegar a un consenso, y las disputas sólo pueden resolverlas los usuarios: qué función favorecen y qué monedas valoran.