Cositorto lanza desde la cárcel una supuesta stablecoin

Leonardo Cositorto, líder del esquema piramidal Generación Zoe, promocionó desde la cárcel una supuesta criptomoneda estable llamada DRACMA. El anuncio lo hizo en X, donde instó a los usuarios a participar en el proyecto.

Cositorto fue declarado culpable de estafa la semana pasada, como reportó CriptoNoticias, y esta semana se espera que se conozca su condena.

En el mensaje publicado en X, Cositorto presentó DRACMA como una stablecoin que opera en la red BEP-20 de la Binance Smart Chain. Según datos en cadena, el suministro total de DRACMA supera los 1.000 millones de unidades. Hasta ahora, registra 63 holders y cerca de 91 transferencias.

Cositorto pidió a los interesados enviar mensajes vía WhatsApp a números no identificados. Prometió que los 100 primeros en escribir recibirían 10 DRACMA gratis. Un flyer compartido en el post indica: “Solo debes tener la billetera Trust Wallet y agregar el contrato en la red BNB”.

En otros mensajes, Cositorto explicó que DRACMA está en preventa y se enlistará en abril. Invitó a los usuarios a comprar el token y ofreció una promoción: quien invite a otra persona al proyecto gana 5 DRACMA.

Cositorto está marcado en la industria de las criptomonedas por haber estafado a miles de personas en Argentina y Latinoamérica con el esquema Generación Zoe. Él fue detenido en 2022 en República Dominicana y extraditado a su tierra natal, donde fue juzgado y hallado culpable, como reportó CriptoNoticias.

Generación Zoe, creada por Cositorto en 2017, se presentó como una escuela de liderazgo y coaching financiero. Prometía rendimientos mensuales del 7,5% en dólares a través de inversiones en su criptomoneda Zoe Cash. El esquema funcionaba captando fondos de nuevos inversionistas para pagar a los anteriores, un modelo conocido como Ponzi.

Cuando el flujo de nuevos participantes disminuyó, los pagos cesaron, y el sistema colapsó. Miles perdieron sus ahorros, y las autoridades lo acusaron de asociación ilícita y estafa. Esta semana, el Tribunal de Goya podría condenarlo a más de cinco años de prisión.

Analistas han alertado sobre DRACMA

Fernando Molina, experto en criptoactivos, señaló que el token DRACMA tiene características sospechosas. Datos en cadena muestran que el 99,8% del suministro está en manos del creador, presumiblemente Cositorto o su equipo. Además, no existen pools de liquidez , y el token no se puede comprar en exchanges centralizados ni descentralizados.

Molina afirmó que esto apunta a una posible estafa, similar a Zoe Cash. Como lo ve, Cositorto pudo haber creado una memecoin en Solana en vez de un token pausable en BNB. “Se ve que la plata recaudada con la Zoe Cash fue a parar a abogados y no a desarrollo”, comentó.

El lanzamiento de DRACMA ocurre días después de que Cositorto fuera declarado culpable por el fraude de Generación Zoe. El caso afectó a más de 80.000 personas en 17 países, con pérdidas estimadas en 120 millones de dólares.

Ahora, desde prisión, busca captar nuevos interesados con promesas de criptoactivos. La fiscalía y los querellantes en el juicio de Goya han probado que sus proyectos anteriores carecían de sustento financiero real.

Cositorto logra promocionar la supuesta stablecoin desde la Cárcel de Goya porque los internos tienen acceso limitado a teléfonos bajo ciertas condiciones. Se dice que los reclusos pueden usar dispositivos supervisados para comunicarse con familiares o abogados. Sin embargo, Cositorto aprovecha este acceso para mantener actividad en redes sociales, lo que ha generado críticas sobre la supervisión en el penal.

De hecho, Cositorto dio declaraciones a la prensa en días pasados, transmitiendo en vivo de su celda. Según dijo el convicto, apelará la decisión e insistirá en su supuesta inocencia.

“No nos quieren libre y no quieren que le paguemos a la gente”, señaló el procesado, a pesar de que hace unos meses advirtió a las víctimas de Generación Zoe que no devolvería en el dinero, tal como reportó CriptoNoticias.

La condena que recibirá Cositorto esta semana podría limitar su capacidad de operar, pero su actividad en redes plantea dudas sobre el control penitenciario. Mientras tanto, DRACMA genera escepticismo en la comunidad de criptomonedas.